Cambados posee un Conjunto Histórico que fue declarado Bien de Interés Cultural. Es uno de los mejor restaurados de Galicia. El patrimonio cambadés luce palacios y casas nobles, esculturas diseñadas por grandes artistas y piezas de artes populares, plazas y calles empedradas, un placer para quien ama el arte y la historia. La fundación de la villa de Cambados se atribuye al rey visigodo Witiza, pero ya los fenicios habían explotado sus salinas. En la plaza de Fefiñáns se asienta el conjunto del siglo XVI formado por el Palacio de Fefiñáns, el arco-puente, una atalaya-mirador conocida como la torre del homenaje y la iglesia de San Benito del siglo XVII. Se trata de una plaza empedrada de incomparable belleza. En las inmediaciones nos encontramos al Pazo de Bazán, rodeado de preciosos jardines, actualmente habilitado como Parador. También el Pazo de Torrado, del siglo XVIII, que presenta una sobria decoración en el que destaca un clásico patín de la época. Podemos encontrarnos pequeñas y típicas casas de aire marinero, como la Casa-Museo Ramón Cabanillas y una de las viviendas de Valle-Inclán. Hacia el interior, encontramos las ruinas de la iglesia ojival de Santa Mariña de Dozo (siglo XVI), que solo conserva los arcos tallados con bolas, peregrinos y representaciones de los vicios. Muy cerca se sitúa el Pazo de Doña María de Ulloa. Todavía late el Cambados de origen marinero. Podemos verlo detrás del Pazo de Montesacro y la capilla anexa, en el barrio de Santo Tomé, donde las callejuelas tomadas por las artes de pesca desembocan en el mar. Aquí, se puede ver la Torre de San Sadurniño, una fortificación de origen medieval destruida tras los ataques normandos.

Se trata de un pueblo con raíces marineras situado frente a la isla de Tambo que todavía conserva sus calles empedradas. Orillamar de hórreos podría ser el significado de Combarro.
El pueblo contiene pequeñas plazas con encanto y humildes casas marineras con delicados trabajos de cantería como balcones de gusto barroco inspirado en la arquitectura de los pazos. El conjunto histórico tiene su máxima expresión en la arquitectura popular representada en los más de 30 hórreos que aún mantiene. Estos hórreos, con la principal función de almacenar, forman uno de los mayores conjuntos de Galicia con la singularidad de su ubicación costera. Son de piedra y su nombre local es ‘palleiras’, denominación que nos remonta a la antigüedad cuando tenían cubiertas de paja o de un material similar.
El casco antiguo de Combarro, en perfecto estado de conservación, se estructura a partir de callejuelas alrededor de las calles de San Roque y A Rúa. Una estructura urbana que data del S. XVIII. También destacan en la villa numerosos cruceiros repartidos entre las callejuelas. Se trata de elementos religiosos populares que, junto con los hórreos, conforman el paisaje típico gallego.